Una vez un mago hizo un
viaje,
encontró un lago tétrico y
lanzó
un barquito de papel
y unas cuantas palabras al
agua.
Quería descubrir
cuál se hundiría primero.
El lago entonces pasó a ser
un paraíso,
los dragones volvieron a la
vida,
el misterio puro y absoluto
del verbo,
se hundió en aquel lago de la
imaginación.
Su corazón empezó a latir más
fuerte,
había creado magia, se sintió
vivo de nuevo.
Aquel día llegó la poesía,
y nada volvió a ser como
antes.
La poesía está en todas
partes,
pero primero, en nosotros
mismos.
Ojalá más gente se diese cuenta de esto. Muy bueno.
ReplyDeleteSaludos desde Argentina.