por un poco de tu tiempo, a solas, contigo.
Sé que habría curado tus heridas, con la lengua,
con sus dedos y sus versos hilvanados de ida y vuelta.
Sé que habría inventado un mundo donde juntos
no hay distancia, y cada despertar es un milagro
aunque sea en habitaciones separadas, como dos planetas
que esperan a estar alineados para verse.
Sé que habría escalado hasta tu ventana, porque ya lo he visto
hacerlo otras veces sin motivo,
y ahora sé de qué van todos esos argumentos y todo ese papeleo
para construir contigo las mejores noches o ser la bengala
que te ilumine a lo lejos, cuando no puedas hacer luz. Fuego
al chocar su piel contra la tuya.
Sé muy bien que habría dejado el whisky, solo, con hielo,
por beberlo directamente desde tu pubis, al caer desde tu cuello.
Como sé de qué van todos esos miedos suyos,
y la forma en que una palabra tuya basta para salvarle
de esos infiernos que tan bien me conozco.
Joder,
si fuera por él, te persiguiría como el sol a la luna
desafiando a las leyes del universo
hasta fundirse contigo para siempre.
Y tendrías que ver cómo viene y me dice en nuestro idioma
que ya no, que ya no le valen las estrellas,
que todas las malditas estrellas llevan tu nombre, sus favoritos,
que las ha intentado atrapar todas como quien conserva
un sonido en un bote de cristal. Tus suspiros.
Sé que él está coleccionando hasta la forma de tu risa
para hacer un doctorado sobre esa medicina natural,
y sé que está haciendo experiencia en el extranjero:
ser un soplo de aire fresco,
ser la brisa que se cuela entre tus manos, que acaricia tus mejillas,
pero ser en definitiva el lobo que espera a los pies de tu cama
y bebe los vientos por ti.
Y ser también real, como ese momento en el que leas
estas letras y sepas que si fuera por él
podría, para empezar, haber escrito versos mejores que estos
o dar su vida por tus huesos.
Y aún entonces, sé que seguiría desafiando esas leyes del universo,
porque también lo he visto hacerlo otras veces, pero esta vez
renacer aullando a la luna,
y que en secreto,
la luna lleve tu nombre.
(en ese maldito idioma
que hablamos él y yo.)
que hablamos él y yo.)
Me gusta ese maldito idioma.
ReplyDeleteMe gusta haberte encontrado un día cualquiera en ese mundo de la poesía.
Me gusta esa magia única que tienes.
Si fuera por mí,
ReplyDeletetodo esto que dices
no sería realidad
[sería algo intrínseco en el ser humano.
Qué bello, de verdad.
♥
Escribes que da gusto leerte.
ReplyDeleteReleyendo esto sólo puedo decir.... Qué bien me conoces, maldito bastardo!
ReplyDelete